A tí

Tú, el lado de mi cama que duerme en un profundo ausente.

Eres, el carcelero que se marchó y dejo libre a la noche y al día.

Ahora, estoy dentro de una casa que no ríe, olvidaste al despedirte decir que volverías.
Aún recuerdo el adiós que ansiaba decirte bienvenido de nuevo a mis brazos.
Continuo sin tí, contigo.

Miércoles al medio día

Miércoles, una emoción que me lleva a la acción, los placeres en los que esta inmersa mi alma y mi instinto de supervivencia junto al deseo de degustar uno de los suculentos platillos preparados en por mi nana. De nuevo en mi vehículo, mi fiel subordinado, dispuesto a cumplir mis peticiones, me desplaza hacia su dirección favorita al mediodía, mi hogar dulce hogar.

Ya llegando a mi casa me espera ansioso mi perro Shai para regalarme como cada día un saludo casi celestial, cálido y firme, como ningún humano esperaría lograr. Al mismo tiempo está ocurriendo un proceso en mí, y es cuando mi cuerpo se prepara en perfecto funcionamiento para que todos mis sentidos en armonía logren degustar el suculento banquete italiano que espera ser devorado por mis madíbulas, mis queridos espaguetis a la boloñesa.

Como despacio, y mi estómago en estado de felicidad manda un aviso de abundancia para que el cerebro pare de masticar sin prometerme que esto será por mucho tiempo. Bebo mi zumo diario de jugos naturales, lo mejor para la salud, por lo menos así dicen, y de una vez por todas hago el cierre final de mi boca, la puerta al paraíso.

Me siento en mi sofá favorito, el suave, y es cuando mi espalda y pies descansan, se preparan para un receso y otro posible desplazamiento. Suena el timbre, mi nana responde Quién será a esta hora? y sale a la marquesina en medio del ventarrón que ocasionó la caida de todas las hojas de nuestro árbol de cerezas vecino, que así como adorna nos aporta nuestra cuota de trabajo.

Ella se desplaza y abre la puerta de la marquesina, a lo lejos logro escuchar un murmullo imposible de descifrar, tan complejo como su entera risa, luego viene hacia mí, y yo ansiosa en la espera, porque al fin y al cabo la curiosidad mato al gato.

Al aproximarse, automáticamente secuestro su felicidad prestada y la hago propia. De repente se abre el telón, olfateo, callo y me limito a preguntar. Susurro a nivel consciente Ummm, orquídeas, "me parece haber visto un lindo gatito". Un mar de cuestionantes ya resueltas salen a la luz, estas estratégias galantes quedan inmediatamente al desnudo ante mis ojos, y ya lejos de la curiosidad descifro el código.

De nuevo en mi casa, miércoles al medio día pienso que en realidad este hombre sin armaduras logró sorprenderme, que habilidad!!, y eso que dicen que soy como el aire, pero él se reinventa. En este momento mis ojos se encuentran en un perfecto estado de nirvana ante la belleza que despliegan en su esplendor estas excelentemente combinadas orquídeas, y eso que él niega lograr el efecto, más sin querer ser es y logra su cometido, sin consultas, sin esperar respuestas por el momento, avanza y provoca un impacto profundo.

Ayer este hombre sin armaduras me pedía un regalo, que hiciera aquellas cosas para las que según su expectativa puedo ofrecer, y fue él quien hizo todo el trabajo, aún así espero en mí y yo finalmente cumplí con mi palabra y escribí.

Ya rumbo a mi trabajo en plena meditación luego de volver en mí, quedó una idea fija en mí... Y es que después de todo el miércoles al medio día resultó ser mejor de lo que me esperaba. La vida continúa para todos los de este planeta porque aún mantiene su belleza.