El cisne negro


Artículo de opinión publicado en Listín Diario en fecha 13 de marzo de 2011


PIENSO Y ESCRIBO

El cisne negro

Iranna Flaviá Luciano

A veces cuando perseguimos nuestros objetivos más precisos, no calculamos hasta que punto pondríamos de nuestro empeño para conseguirlo.

Es difícil distinguir en aquellos espíritus emprendedores cuando su comportamiento ralla en la obsesión. Lo que sí está claro es que logran trascender.

Sus características van más allá de la perseverancia, se comportan como niños desobedientes si ven que alguna condición puede entorpecer sus planes.

Es que en realidad lo que los demás están contrastando es su persistencia de criterio, más no pueden entenderle cuando se desempeñan acorde a su misión.

Su misión no tendrá límites en la espera, el cuerpo se hará un solo fuerte, y la entrega será total. Como en todo ser humano le surgirá el pesimismo y la perturbación, pero esto no es más que descubrirse en el momento en que ha avanzado.

Tampoco le faltarán las piedras en el camino, convertidas en voces que tratarán de influenciarlo a abandonar; pero este sólo será el paso necesario para delimitar el pasado y lo que se representa en el presente.

La película El Cisne Negro interpretada por Natalie Portman, cuenta la historia de Nina una obstinada bailarina de ballet, que ambiciona demostrar al mundo que puede bailar a la perfección en el rol dual del cisne, en la obra El Lago de los Cisnes.

Muy determinada a lograr su objetivo, y con su distintiva debilidad de carácter, se lanza a la conquista por el puesto protagónico al que muchas se disputan por obtener.

Aún con su marcado entusiasmo, e indefinidas prácticas de danza, debe someterse mentalmente a demostrarse que tiene potencial, y a entender el balance de vivir en la realidad sin restar méritos a la ficción.

Lo que Natalie Portman logra para el Cisne Negro, es la mejor manera de decir que ¨No hay mejor antídoto para aquellos que desmeritan tus sueños, que hacerlos despertar ¨.

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