La filosofía de quien juzga

Puntos de vista 4 Noviembre 2012








PIENSO Y ESCRIBO


Iranna Flaviá Luciano
“Si aprendemos a contemplar todas las cosas sin juzgar, experimentaremos
una sensación de zapatos, hasta que conocí a un hombre que no tenía pies”
Proverbio árabe.

Juzgar no es una materia que se aprende, se práctica al unísonó; no es una
facultad que les corresponde a los humanos, pues éstos sólo condenan y desde su
punto de vista.

Al nacer las informaciones que nos llegan al cerebro, las recibimos al entrar en
contacto con nuestros sentidos.

A poco tiempo de vida es por medio del oído que empezamos a identificarnos
con nuestra madre. A través de la vista ampliamos la referencia mental sobre lo
tangible e intangible.

Al crecer por ley de atracción nos asociamos con aquellos que actúan de manera
similar a nosotros.

El misterio de la vida es una de las verdades que el ser humano busca sea revelado;
por esto mira, compara, y saca sus propias conclusiones.

Pero, estamos capacitados para juzgar aquello que no hemos creado y en lo que nos
igualamos en imperfección?

Muchos estudios, viajes a otros planetas, y avances en la ciencia y tecnología
 nos han probado que el humano mientras más descubre, más confundido se
encuentra.

El paso por la tierra de muchos ha dejado claro que nunca será capaz de conocer
por completo aquello en lo cual no participó.

Sobre la libertad, las personas podrán plantar, ver crecer, oler, y disfrutar sus
flores y frutos.

“Primero conoce y luego conoce”, “Sé y deja ser” son principios autonomía y
felicidad en un mundo donde cada quien crea su propio mundo.

Dios es perfecto, y constantemente nos está demostrando que tan iguales
podríamos llegar a ser a los demás cuando nos coloca en el tiempo en situaciones
similares.

Las actuaciones de cada cual se fundamentan en decisiones que serán
responsabilidad única de aquel que las tome.

Ante lo desconocido la filosofía para juzgar será “Yo solo sé que no sé nada”.

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