Para el amor de mi vida, el único, mi pequeño hijo Fernando Gabriel.
Hijo mío, que pequeño y grande eres,
ocupas las 3/4 partes de mi corazón,
por no decir todo.
El mundo es bello y colorido junto a ti.
Eres el ser con quien soñé,
las luces del sol y las estrellas son pocas,
comparadas con tu mágico existir.
Hermoso es disfrutarte, y
contemplarte crecer en cada etapa.
Qué es el amor si no eres tú?
Si el cielo se pintó de colores cuando
llegaste a mi.
Tanta es mi adoración hacia ti,
que hasta llego a idolatrarte,
siembro flores en el jardín,
sólo para verlas sonreír.
Las rosas blancas, amarillas y rosadas,
despiden su mejor olor por mi petición para ti.
Que grande eres hijo mío,
cambias, iluminas, y revolucionas todo.
Tan lindas son tus pupilas, como tus cálidas pestañas,
alma tranquila que inspiras a quererte más.
Sonrisa rápida y contangiante que inunda,
hace que el cielo amanezca más temprano.
Mi felicidad es completa con sólo mirarte.
No necesito nada más, el privilegio Dios lo
mandó a mi vida, mi alma está en paz,
fue todo lo que anhelé.
Le doy gracias a la vida por permitirme
cada segundo a tu lado,
que para mi siempre serán eternos.
Hijo mío me pregunto, Qué es el amor si no eres tú?