El poder del no

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Puntos de vista 24 Febrero 2013                     
PIENSO Y ESCRIBO
El poder del no
Iranna Flaviá Luciano
En la vida existen palabras simples y complejas. Las simples, son de fácil
pronunciación y corta duración.

Las complejas, dueñas de un gran despliegue de letras y resultados, ameritan
de más tiempo y espacio para su producción.

Dentro de las palabras simples del diccionario, aunque no lo encabezan
alfabéticamente, se encuentran el sí y el no.

El sí, lo utilizamos para afirmar, permitir; es una palabra básica en el inicio
del proceso de aprendizaje del niño; suena bonita al oído.

A diferencia del no, que consta de dos letras también, éste sirve para negar,
eliminar la esperanza, limitar, prohibir.

El no es un muro de contención, que no es agradable al oído; es decidido,
seco, tosco, y de mirada fija.

Tanto el sí como el no, forman parte del diario vivir de todo ser humano.

El estar vivos, es decidir constantemente; es por medio a las decisiones que
podemos hacer una breve proyección de lo que será nuestro futuro.

Muchas personas son catalogadas como populares y sociables, porque
llevan el sí a flor de labios.

Decirlo constantemente es altamente adictivo, y esconde detrás de su vestido
una incesante búsqueda de aprobación.

El no a secas, es una palabra que se aprende a utilizar cuando ejercemos
nuestro autocontrol.

El olfato del no es excelente catador, es capaz de anticiparse a lo que podría
convertirse en una catástrofe irreversible.

Se necesita de una alta dosis de seguridad interior y de responsabilidad para
decir no. El amor propio exagerado del no puede llegar a ser narcisista.

En tiempos de tantos deslices en nuestra ciudadanía, tal vez algunas de esas
personas no han ponderado el no como alternativa.

Si el poder del no no es perfecto, y pudo haberse equivocado, tal vez siempre
fue sí; aunque el sí cuando es firme, nunca anhela haber dicho que no.

La vida de Pi



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Puntos de vista 10 Febrero 2013
PIENSO Y ESCRIBO
Iranna Flaviá Luciano
La vida entera debería resumirse en puro desapego. Igual que Pi, todos
tenemos una historia espiritual que contar.

La vida de Pi es una película basada en la novela de Yann Martel.

Lo primero que hice, al escuchar sobre ella, fue ver los trailers.
Inicialmente, lo que podemos observar es una producción muy bien lograda
y casi perfecta en efectos visuales.

Luego de varias semanas tuve el privilegio de ver la película. Al terminar,
escuché a un señor comentarle a su esposa que no la entendió, a lo que ella
respondió: Fue que no prestaste atención.

La historia se recrea en un maravilloso lugar de la India; su personaje
principal, Pi, es quien de adulto narra la historia de su vida a un reportero.

La niñez de Pi se desarrolló entre sus estudios y los animales del zoológico
propiedad de su familia. Sus padres jugaron un papel preponderante en su vida.

Cuando fue adolescente, su familia es golpeada por la adversidad.

El zoológico no estaba dejando los beneficios suficientes para subsistir,
por lo que sus padres decidieron buscar mejor vida en Cánada.

Se enrumban en un barco japonés, que en la primera noche zozobra; Pi
sobrevive gracias a un bote salvavidas, varado en el medio del mundo,
y con muchas amenazas alrededor.

Pi, desde niño, siempre buscó razones en lo espiritual.

A corta edad tuvo el privilegio de entrar en una iglesia católica y
conocer a Cristo Jesús.

La fe fue lo que más tarde sirvió de base para enfrentar las peores pruebas,
esas que con el tiempo superó por su marcada perseverancia.

La vida de Pi es una historia hermosa, que muestra el significado de la vida,
el valor de la familia y la importancia de fortalecer la parte espiritual.

Deja un legado muy grande acerca de la amistad.

El comportamiento es la base

Puntos de vista 3 Febrero 2013


Iranna Flavía Luciano
Toda persona educada en sus ideas, lo es también en su comportamiento;
el comportamiento es la base del ser humano.

Vivimos en sociedad como individuos civilizados, que por ende aprendieron
a convivir con sus pares, aunque con pareceres distintos.

Las palabras son el mejor medio de comunicación del que Dios dotó a las
personas; por medio de ellas se logran maravillas que jamás se pueden olvidar.

Antes que las palabras existe el pensamiento, ese que se va estructurando desde
el primer latido en el interior de nosotros.

Los pensamientos son grandes matemáticos, realizadores de cálculo de riesgo y
beneficio en fracciones de segundos.

Cuando los resultados de esas ecuaciones arrojan números rojos, hay que revisar
la balanza.

En toda balanza existe un punto medio de equilibrio, donde se pone de manifiesto
la razón o la felicidad.

Muchas veces de un lado de ella existen muchas razones, y del otro mucha felicidad.
En esta vida todo es cuestión de estrategia.

Las estrategias le sirven al individuo para vivir en paz, en armonía, aún cuando
tiene la razón.

A veces es mejor callar los ánimos, el buen comportamiento de una persona depende
del control de los impulsos. 

El ego es una de las partes del proceder que pone en peligro a cualquier persona en
determinado momento; éste juega a imponerse cuando el cerebro sólo aspira a ser.
Controlarlo es el reto.

Existen animales de la granja que al observarlos nos dan múltiples lecciones,
como por ejemplo la gracia del caballo al trotar sin olvidar su fuerza, y la mansa oveja.

El que no teme por el futuro, deja la ansiedad de lado. Estar seguros de quienes somos,
es contar únicamente con uno mismo.

Es mejor ser feliz que tener la razón dice un refrán, en cierto modo es cierto,
es mejor ser feliz que después lamentar la base del comportamiento.