La envidia pecado capital

Puntos de vista 28 Julio 2013

 PIENSO Y ESCRIBO


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Iranna Flaviá Luciano
La envidia es un sentimiento inferior que guarda estrecha relación
con los pensamientos mal encausados.

Se desarrolla en un plano mental que no premedita inicio,
magnitud, ni tiempo de caducidad.

Comienza cuando se detecta un objeto o persona al cual se le da
el valor de superior, pero que se tiende aún admirándolo, a
equilibrar la balanza desmeritándolo.

El envidioso inicia una especie de acecho o seguimiento,
que busca escudriñar todo lo que guarde estrecha relación con
lo envidiado, para detectar sus fallos.

Todo lo que represente una derrota en la vida de ese ser
humano, se traduce en felicidad para el que le envidia;
si por el contrario triunfa, se experimenta una sensación de
devastación.

Podemos detectar a un envidioso, cuando al referirse a alguien
en particular sólo inventa puras calumnias y ajusta historias,
siendo muchas veces el que menos le conoce.

La belleza y la inteligencia ocupan los primeros lugares en
cuanto a envidia se refiere, ambas no pueden comprarse en el
mercado.

El poder y el dinero ocupan el tercer y cuarto lugar, pero a
diferencia de los primeros, pueden llegar a adquirirse y
mantenerse con astucia.

Cuando se siente envidia sólo se vive en la oscuridad,
se especula a espaldas, es una de las fuentes inagotables de tormento.

Cuando no se envidia, se resalta el lado positivo de los demás,
se evita juzgar, y no se habla de aquello que no se conoce.

El que no siente envidia es humano, reconoce sus puntos
fuertes y débiles, no se compara, ni se cree perfecto, está feliz
con lo que Dios le ha dado, y se sabe único.

La envidia pecado capital sólo la sufre quien la padece.

El Arte de la Armonía



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Puntos de vista 30 Junio 2013

 PIENSO Y ESCRIBO


Iranna Flaviá Luciano
La armonía es lo opuesto a los conflictos y a la guerra.

Las guerras ocurren cuando dos o más personas se enfrentan,
con el único fin de que se imponga el criterio de una de las partes.

El objetivo de este desafío es ganar, generar adeptos, y que la
visión quede inmortalizada.

La tranquilidad es un estado mental que genera un ambiente
de sosiego y paz en la persona que la siente, y en aquellos que lo rodean.

Ésta puede considerarse como una fase natural del individuo
desde su concepción.

El feto aguarda en el vientre de la madre el tiempo necesario
sin revelarse, como señal de agradecimiento, y en respeto
hacia el tiempo de su formación.

He escuchado a personas decir que es mejor pescar peces
grandes y agitados en aguas turbulentas.

Contrario a esto, imagino a un pescador ataviado con su amiga
la caña, retirarse de su faena orgulloso por su caza, no importa
cuán grande sea el pez.

Estuve leyendo recientemente un cuento infantil escrito por
La Fontaine: El León y el Ratón.

Inicia en la selva, cuando un ratoncito cae en las garras de un
león; ya listo para el banquete, el ratón promete devolverle
el favor al león si éste le perdona la vida.

El león se burla en señal de grandeza, y lo suelta.

Pasa el tiempo, y llegan unos cazadores a la selva en busca
de un león para un circo, y lo hacen prisionero.

Al escuchar los gruñidos, el ratón agradecido llamó a toda la
tribu para liberarlo, mientras los cazadores descansaban.

Éstos royeron las cuerdas, y así puso el león escapar.

Más tarde el ratón le dice al león: “Nunca desprecies al débil,
 procura siempre ayudarlo, pues en la vida todos nos necesitamos”

Pienso y luego escribo, el arte de la armonía se cultiva con
aquello que ganamos, no con lo que perdemos.