Clac, clac, clac, 1, 2, 3, anuncian las focas chapaletiando sus aletas en el agua.
Ha sido el inicio formal de luces, cámara y acción de la fiesta más esperada del año, bajo el cielo y la tierra.
Los meteoritos crecieron de la emoción, hasta formarse en ráfagas de fuegos artificiales que alumbran todo el reino de Fernandolandia.
Las luciérnagas no han olvidado el día, hace justamente 1,050 días están formadas en hileras para prender luz.
Los cantantes Rihanna y Drake hoy no se han hecho esperar, quisieron subir a tarima y cantar desde el día antes.
Los rinocerontes hicieron sonar sus tambores con sus barrigas, el sol fue el primer invitado de la fiesta, y excuso a la luna en ese momento por su ausencia.
El rocío humedeció temprano a las flores y las condicionó, les pidió que sólo por hoy fueran rojas, y que gastaran sin reservas todo su perfume.
Las flores hicieron caso, se vistieron temprano, y comenzaron a coquetear con el viento, para un lado, y para el otro, y como si estuvieran cantando, y así desplegaron todo su perfume.
La espuma del mar se anotó en un curso de repostería, para preparar el bizcocho más bello, claro, con la torre Eiffel en el centro.
La cotorra preguntó: Y el festejado ya se despertó? La abeja respondió: Aún duerme en su cama de plumas de ganzo.
Desde ese momento todo en Fernandolandia se volvió un dilema, se disputaban despertar al Rey el León, el Elefante, la Cebra, la Jirafa, y los Monos.
Finalmente entre todos acordaron una tregua, y decidieron que los periquitos del amor lo despertaran.
Una docena de aves unieron su vuelo al compás, y se colocaron a la par 6 en el oído izquierdo, y 6 en el derecho.
Y en 1, 2, 3, pio, pio, pio, pioooo, los demás no hicieron caso y todos se unieron y dijeron: Sorpresaaa.
Fernando se ha despertado dijo el avestruz, se viste, y los camellos y los pavos reales lo conducen en su carruaje a la fiesta en su honor.
Al llegar todas las tortugas del reino lo esperan en fila acostadas para formar la alfombra mágica. Los delfines ya saltan en el mar emocionados.
Los elefantes anuncian su llegada real con su trompa.
Todo el pueblo de Fernandolandia aplaude eufóricamente, todos dan la bienvenida al más esperado.
Entre la multitud la hormiga grita: Que sean 5 días de fiesta, y así fue, desde hoy se celebran los 5 días del niño más amado del mundo.
1, 2, 3, que viva!, 1, 2, 3, que viva!
Las horas se pusieron de acuerdo, prometieron no acabarse, el cielo desde el 13 de julio del 2009 sólo es azul.
Felicidades mi alma eterna, mi amor por ti Fernando Gabriel trasciende la a infinidad de los cielos.
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