Me basta con abrazarte

Para mi eterno amor,
mi pequeño hijo Fernando Gabriel

Sentir al llegar de trabajar,
como tus pies avanzan al compás,
rápidamente a la puerta de mi encuentro,
hijito, me basta con abrazarte.

Ojos titiritantes,
de pupilas dilatadas,
rodeadas de un blanco nieve,
que brillan más que la luz del sol al mirarme,
hijito, me basta con abrazarte.

Un cuerpo diminuto junto al mío,
dos alturas,
un sólo nivel,
brazos que se convierten en abrazos,
segundos mágicos de la eternidad,
hijito, mi basta con abrazarte.

Entre lo complejo,
la belleza de lo simple,
aquello que se da,
que se recibe,
un sólo amor,
correspondido,
un beso,
el te quiero,
hijito, me basta me con abrazarte.

Los segundos que traspasan al sin final,
minutos exentos del miedo y de la duda,
ohhh, cuanto te amo,
bebo de una fuente inagotable del amor,
ese que aumenta a raudales.

Hijito, me basta con abrazarte,
aquí no cabe la soledad,
porque si no estoy contigo te pienso,
olvido la respiración,
y disfruto de los momentos inolvidables contigo.

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