Dos pasos delante


Artículo de opinión publicado en Listín Diario en fecha 13 de febrero de 2011.


PIENSO Y ESCRIBO

Dos pasos delante

Iranna Flaviá Luciano

El reconocimiento más perfecto que desearía recibir cualquier humano, es el galardón de padre. Y es que la palabra padre tiene un significado tan profundo, que tan sólo con tomarlo a la ligera ya conllevaría un riesgo para los hijos.

Cada cosa tiene su tiempo, y como la fruta su corte. Por este motivo cuando llega el momento de ser progenitores, el lenguaje del cuerpo habla, y el de la mente manda una señal de preparada.

Para que los hijos lleguen a ser adultos, se necesita llevar a cabo una labor dedicada, paciente y perseverante.

Incorporarse a la vida partiendo del punto de la inocencia, es una de las condiciones más admirables de superación del comienzo de la existencia.

Por esta razón, en un mundo donde los pequeños sólo pueden desempeñarse con lo que su capacidad les permite, ingenuos del peligro, es necesario estar alertas ante todo lo que representa novedad en ellos.

Aún cuando la mayoría de los responsables de la guarda tengan el compromiso de trabajar fuera del hogar, es oportuno salvaguardarlos ante las posibles amenazas que puedan presentarse en el ambiente en que se desenvuelven.

Una de las cosas que amerita aplicar toda la inteligencia y proyección, es cuando requerimos reclutar personal para que esté a cargo del bebé.

Para definir este perfil, será necesario profundizar en las evaluaciones para depurar hasta que punto estarían comprometidas las aspirantes, tomando en cuenta el grado de responsabilidad que tendrán a su cargo.

Una vez en funciones, es importante programar un diario de labores inherentes a ese solo fin, supervisando frecuentemente el cumplimiento de las mismas. La cercanía a la criatura sin distracciones serán determinantes para garantizar su seguridad.

Preservar va a ser igual a dar dos pasos hacia delante, con mirada hacia atrás.

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