El diamante negro



Iranna Flaviá Luciano

El petróleo en cualquiera de sus estados, sólido, líquido o gaseoso es la principal fuente de energía que mueve al mundo.

Los orígenes de este recurso no renovable de color variable entre ámbar y negro datan de 500 millones de años atrás, cuya formación se debe a restos de plantas y animales, gran presión de las capas de la tierra, altas temperaturas y acción de bacterias.

Dos tercios de las reservas mundiales del denominado “aceite de roca”, se encuentran ubicadas geográficamente en medio oriente, y son transportadas a través de buques petroleros y oleoductos a las zonas de principal consumo que son: America del Norte, Asia-Pacifico, Europa, Centro y Sudamérica.

El desarrollo mundial depende en gran medida del consumo de este compuesto químico y sus derivados.

El exceso de demanda de los principales consumidores de petróleo Estados Unidos y China, las interrupciones del suministro de los países ricos en petróleo, los conflictos mundiales y una prima del dólar USA en riesgo, son algunos de los factores que presionan a que los precios del petróleo alcance sus máximos históricos.

Estos factores impactan negativamente nuestra economía, ligada estrechamente a los países más desarrollados, provocando inestabilidad en los mercados financieros, aumento en los precios de bienes y servicios, posposición de decisiones de inversión y deterioro del crecimiento de la producción.

Estados Unidos importa la mayoría de petróleo que consume, para cotizar los precios del barril de petróleo toma como referencia el west texas, por lo que ha medida que el precio el petróleo sube, se va generando un déficit exterior por el costo de las importaciones.

La economía de República Dominicana esta estrechamente relacionada con la economía norteamericana, por lo que cada vez que el dólar se devalúa, nuestra moneda dominicana pierde valor, por esta razón el sector transporte, industrial y comercial de todo el país dependiente de este recurso natural sufre enormemente las consecuencias de esta crisis.

Según los expertos del tema dicen que la producción mundial del mismo tendrán un mínimo de 40 años para agotarse, por lo que es preciso que todas las potencias del mundo no descansen hasta conseguir otros sustitutos del petróleo en fuentes energía renovable, solar, eólica e hidroeléctrica.

Es necesario, la revisión de la ley 112-00 de hidrocarburos para que se fije una fecha mínima de 3 meses para variar el precio de los combustibles y el ajuste por inflación.

La vida sin petróleo sería diferente a la que conocemos, mas podríamos conocer otra vida sin él”

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